La felicidad no reside en la felicidad, sino en su consecuencion.
FEODOR MIJAILOVICH DOSTOYEVSKI
Unos de nuestros conceptos erróneos más comunes es la creencia de que la felicidad depende de la suerte: algunas personas la tienen, pero la mayoría carecen de ella. Llevando la idea más allá, cabe decir que muchos creen que serán felices si se encuentran a la persona perfecta, si les toca la lotería, si obtienen el mejor empleo, si están en el lugar más indicado en el momento oportuno y así sucesivamente.
A medida que vamos viviendo nos damos cuenta de que nada podría estar más lejos de la verdad. Aunque es posible que la suerte influya un poco cuando encuentras una persona que te gusta un empleo especial o incluso cuando alcanzas éxito económico, ninguna de estas cosas garantiza la felicidad. La persona perfecta puede convertirse rápidamente en la persona "malas noticias". Si resulta que no estamos hechos para aquel empleo especial, es posible que rápidamente nos sintamos desgraciados. Y la buena suerte económica puede causar tantos problemas como satisfacciones.
Comprobamos que la verdadera felicidad nace en gran medida de nuestra disposición a trabajar en pos de ella. Nace de un trabajo bien hecho, de ayudar al prójimo y e hacer las cosas que nos empujan a sentirnos a gusto con nosotros mismos. La realidad es que cada uno de nosotros es el autor de su propia felicidad.
PENSAMIENTO PARA HOY: La felicidad es un trabajo que se hace desde dentro.
(todo esto lo podréis en contra en el libro una meditacion para cada día)
FEODOR MIJAILOVICH DOSTOYEVSKI
Unos de nuestros conceptos erróneos más comunes es la creencia de que la felicidad depende de la suerte: algunas personas la tienen, pero la mayoría carecen de ella. Llevando la idea más allá, cabe decir que muchos creen que serán felices si se encuentran a la persona perfecta, si les toca la lotería, si obtienen el mejor empleo, si están en el lugar más indicado en el momento oportuno y así sucesivamente.
A medida que vamos viviendo nos damos cuenta de que nada podría estar más lejos de la verdad. Aunque es posible que la suerte influya un poco cuando encuentras una persona que te gusta un empleo especial o incluso cuando alcanzas éxito económico, ninguna de estas cosas garantiza la felicidad. La persona perfecta puede convertirse rápidamente en la persona "malas noticias". Si resulta que no estamos hechos para aquel empleo especial, es posible que rápidamente nos sintamos desgraciados. Y la buena suerte económica puede causar tantos problemas como satisfacciones.
Comprobamos que la verdadera felicidad nace en gran medida de nuestra disposición a trabajar en pos de ella. Nace de un trabajo bien hecho, de ayudar al prójimo y e hacer las cosas que nos empujan a sentirnos a gusto con nosotros mismos. La realidad es que cada uno de nosotros es el autor de su propia felicidad.
PENSAMIENTO PARA HOY: La felicidad es un trabajo que se hace desde dentro.
(todo esto lo podréis en contra en el libro una meditacion para cada día)
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